• Se basarán en datos operativos actualizados, medidos y verificables, de consumo de energía. Además, en la electricidad, de perfiles de carga (siempre que los haya).

• Se realizará un examen pormenorizado del perfil de consumo de energía de los edificios o grupos de edificios, de una instalación o de una operación industrial o comercial, o de un servicio privado o público, con inclusión del transporte dentro de las instalaciones o, en su caso, flotas de vehículos.

• Se fundamentarán, siempre que sea posible en criterios de rentabilidad en el análisis del coste del ciclo de vida, antes que en periodos simples de amortización, a fin de tener en cuenta el ahorro a largo plazo, los valores residuales de las inversiones a largo plazo y las tasas de descuento.

• Deberán permitir generar una imagen fiable del rendimiento energético global de manera que se puedan determinar las oportunidades de mejora.